El conflicto es una parte inevitable de la vida. Ya sea en nuestras familias, lugares de trabajo o iglesias, los desacuerdos y malentendidos van a surgir. Sin embargo, cómo manejamos el conflicto puede marcar la diferencia entre fortalecer relaciones o dañarlas. Afortunadamente, los Principios del Pacificador de Ken Sande ofrecen un enfoque centrado en Cristo para resolver conflictos a través de las 4 G’s: Glorificar a Dios, Sacar el Tronco de tu Propio Ojo, Restaurar con Suavidad, e Ir y Reconciliarse.
1. Glorificar a Dios (Glorify God)
Cuando enfrentamos conflictos, nuestro primer instinto a menudo es enfocarnos en nuestras frustraciones o en "ganar" la discusión. El primer G nos llama a cambiar nuestra perspectiva: ¿Cómo puedo honrar a Dios en esta situación? Al abordar el conflicto con el deseo de reflejar el amor y la verdad de Cristo, invitamos a Dios al proceso y mantenemos nuestros corazones anclados en la gracia. La Escritura nos recuerda: “Ya sea que coman o beban, o hagan lo que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
2. Sacar el Tronco de tu Propio Ojo (Get the Log Out of Your Eye)
Antes de señalar las acciones de otra persona, necesitamos examinar nuestro propio corazón. Jesús nos dice que quitemos primero el tronco de nuestro ojo antes de señalar la paja en el ojo de otra persona (Mateo 7:3-5). Este paso requiere humildad y autorreflexión. ¿Qué papel jugué en este conflicto? ¿Cómo pudieron mis acciones o actitudes haber contribuido? Reconocer nuestra parte es crucial para construir confianza y avanzar.
3. Restaurar con Suavidad (Gently Restore)
Cuando confrontamos a otros, es fácil que la frustración nos lleve a ser duros o culpar. En cambio, se nos llama a “decir la verdad con amor” (Efesios 4:15). El objetivo no es “ganar” sino restaurar la relación. Esto requiere un equilibrio entre la honestidad y la bondad, abordando el problema directamente mientras afirmamos el valor y la dignidad de la otra persona.
4. Ir y Reconciliarse (Go and Be Reconciled)
El objetivo final de resolver conflictos es la reconciliación. Jesús enfatiza esto en Mateo 5:23-24, instándonos a buscar la paz con otros antes de presentar nuestras ofrendas a Dios. La reconciliación implica un perdón genuino y una disposición a reconstruir la confianza. Aunque esto no siempre es fácil, refleja el corazón del Evangelio: Dios reconciliándonos con Él mismo a través de Cristo y llamándonos a extender la misma gracia a los demás.
Por Qué Importan los 4 G’s
Las 4 G’s nos ofrecen un marco bíblico para navegar conflictos de una manera que fortalezca relaciones y glorifique a Dios. Nos recuerdan que el conflicto no es algo que debemos evitar o temer, sino una oportunidad para crecer en gracia, humildad y semejanza a Cristo.
Al comprometernos con estos principios, descubriremos que Dios no sólo nos ayuda a resolver conflictos, sino que también nos transforma en pacificadores, reflejando Su amor y trayendo Su reino a nuestras relaciones.
¿Qué paso estás llamado a dar hoy? Ya sea asumir tu parte, hablar la verdad con amor o buscar la reconciliación, confía en que Dios te equipará para caminar este camino con Su sabiduría y gracia.
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