Hay una verdad poderosa que todos debemos enfrentar: lo que no estamos cambiando, estamos eligiendo. Para los creyentes, esta idea resuena profundamente con el llamado de la Biblia a tener una fe activa y en crecimiento. La Escritura no nos deja espacio para la pasividad; en su lugar, nos llama a hacer elecciones deliberadas que se alineen con la voluntad de Dios. Exploremos cómo la Biblia nos desafía a abrazar el cambio sobre la complacencia y a vivir una vida de fe activa.
1. El Llamado a Ser Transformados
Pablo escribe en Romanos 12:2, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento.” Este versículo nos habla de la necesidad de un cambio que va más allá de simples ajustes superficiales. Elegir seguir a Cristo significa rendirse continuamente al poder transformador del Espíritu Santo. Cuando resistimos esta transformación, no estamos simplemente quedándonos neutrales; estamos eligiendo permitir que las influencias del mundo nos moldeen.
Escoger la transformación en lugar de la complacencia significa abrazar una mentalidad de crecimiento y rendición. ¿Estamos permitiendo que el Espíritu de Dios nos renueve, o estamos cómodos en rutinas que nos dejan sin cambios?
2. Decidir Servir a Dios de Todo Corazón
En Josué 24:15, Josué lanza un desafío conmovedor al pueblo de Israel: “Escogeos hoy a quién sirváis.” Esto no se trata solo de lealtad religiosa; se trata de un compromiso total con Dios. Josué nos recuerda que titubear o estar indecisos es una decisión en sí misma. Si no estamos eligiendo activamente servir a Dios, es probable que estemos permitiendo que otras cosas tomen Su lugar en nuestras vidas.
Escoger servir a Dios en lugar de caer en la complacencia nos llama a examinar nuestras elecciones y lealtades diarias. ¿Estamos comprometiéndonos activamente con Él, o permitiendo que las distracciones nos guíen?
3. La Parábola de los Talentos: El Costo de Jugar a lo Seguro
En la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30), Jesús cuenta de un siervo que esconde su talento en lugar de usarlo. Su decisión de evitar el riesgo y jugar a lo seguro lleva a una reprimenda severa: “¡Siervo malo y negligente!” El mensaje es claro: no actuar con lo que Dios nos ha confiado es una elección con consecuencias reales.
Cada uno de nosotros tiene dones y oportunidades. Cuando evitamos usarlos, no solo estamos reteniéndonos; estamos eligiendo desperdiciar potencial. Jesús nos desafía a abrazar una acción llena de fe en lugar de aferrarnos a la seguridad y la comodidad.
4. Evitando el Pecado de Omisión
Santiago 4:17 lo dice claramente: “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Este versículo nos recuerda que no actuar cuando sabemos que es lo correcto no es una elección neutral; es pecado. Dios nos llama a reconocer los momentos en los que podemos llevar Su amor, justicia o misericordia al mundo y a responder activamente a ellos.
Elegir no actuar cuando sentimos el llamado de Dios es a menudo una elección de permanecer complacientes, de evitar Su llamado a involucrarnos profundamente en el mundo que nos rodea. Santiago nos anima a ser intencionales, reconociendo que la inacción puede alejarnos del corazón de Dios.
5. Fe en Acción: Viviendo lo que Creemos
Santiago 2:26 dice: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” La fe, según Santiago, no es solo una creencia; es un llamado a la acción. Cuando evitamos actuar en fe, estamos esencialmente eligiendo dejar que nuestras creencias permanezcan ocultas. La fe viva, por otro lado, requiere coraje, consistencia y disposición para seguir el ejemplo de Cristo.
La fe en acción elige hacer una diferencia en el mundo, sin importar cuán pequeño sea el impacto. Cuando abrazamos nuestro llamado activamente, honramos el verdadero propósito de la fe.
Una Vida que Escoge el Cambio Sobre la Complacencia
La Biblia nos presenta un desafío: ¿estamos eligiendo activamente seguir a Dios y abrazar la transformación, o nos estamos conformando con una fe pasiva? Evitar el crecimiento y el cambio significa escoger un camino estancado. La Escritura nos llama a:
Abrazar la Transformación: Rendirse a la obra de renovación de Dios en nuestras mentes (Romanos 12:2).
Comprometernos Completamente con Dios: Escoger cada día servirle a Él sobre otras distracciones (Josué 24:15).
Usar Nuestros Dones con Valentía: Confiar en Dios al salir adelante con lo que nos ha dado (Mateo 25:14-30).
Evitar la Desobediencia Pasiva: Cumplir con lo que sabemos que es correcto (Santiago 4:17).
Expresar Nuestra Fe a Través de la Acción: Dejar que nuestras vidas reflejen a Cristo a través del amor, la justicia y la misericordia (Santiago 2:26).
Escoger el cambio y tomar acción no siempre es fácil, pero es el camino que nos acerca a los propósitos de Dios. La Biblia nos advierte que una fe complaciente o pasiva puede alejarnos de la vida que Dios quiere para nosotros. Al abrazar el cambio y dejar que nuestra fe nos guíe, reflejamos Su luz y amor en el mundo.
En cada momento, recordemos: lo que no estamos cambiando, estamos eligiendo. Elijamos el crecimiento, la acción y una vida que refleje nuestro profundo compromiso con Cristo.
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